Me acordé sin querer

Me acordé sin querer

Manuel Sánchez no pinta recuerdos: pinta rastros.

Me acordé sin querer es una exposición que no habla de nostalgia, sino de memoria activa. Fragmentos que regresan sin permiso, escenas que no buscan explicación, solo quedarse vibrando.

Las obras no organizan, no decoran: dislocan.
Hechas de capas, ruinas, canciones, catolicismo, barrio y silencio; su pintura nace del ruido íntimo y se cuela en quien mira sin pedir permiso. No hay belleza complaciente ni discurso pulido. Solo ecos visuales que saben quedarse.

Una muestra sobre lo que vuelve —aunque no lo estés buscando.