Esta serie no propone una llegada, sino una pregunta abierta.
A través de escenas que podrían confundirse con postales vacacionales, Búsqueda revela la potencia simbólica del mar, del horizonte y de lo que ocurre en el intervalo entre mirarlo y comprenderlo.
Castro convierte el paisaje costero en un archivo emocional. Un acordeón suena sin escenario, la sombra del palmar corta la luz de una mesa desierta, las personas caminan sin destino claro.
Todo está en pausa, pero también en tránsito. Esta obra observa cómo se construyen los vínculos desde la costumbre, la espera o la rutina compartida.
Una exploración visual sobre lo que se busca cuando no se sabe exactamente qué se ha perdido.
