Creciendo

En Creciendo, Erik Bailón construye una atmósfera suspendida entre lo íntimo y lo simbólico. La imagen revela a una figura parcialmente oculta por una gran hoja, sentada entre plantas, luz natural y muebles que remiten a otra época. No hay rostro, pero hay presencia. No hay palabras, pero hay historia.

Esta obra fotográfica, cargada de gestos sutiles y silencios fértiles, habla del crecimiento como proceso lento, muchas veces invisible, que ocurre cuando nadie está mirando. Bailón plantea una escena cotidiana que se convierte en retrato emocional: crecer también es desaparecer un poco, volverse parte del espacio, observarse a través de lo que se cuida.

Creciendo forma parte del cuerpo de obra que articula la visión de nuevos artistas mexicanos que exploran el cruce entre identidad, hogar y botánica doméstica. Su estética delicada, casi pictórica, propone una pausa visual en un mundo que exige inmediatez.